Julià, que tiene parálisis cerebral desde su nacimiento, estudia en la Escuela Joan XXIII de Olot, un centro especializado en alumnos con necesidades educativas especiales que forma parte de la entidad Integra y que impulsa un programa de inserción laboral.

Con una gran pasión por la informática y después de recibir la formación necesaria, Julià quería incorporarse al mundo laboral. Por ello, la escuela buscó entre las empresas colaboradoras del proyecto una oportunidad que se adaptara a sus capacidades.

Cuando la Escuela Joan XXIII contactó con nosotros, en Tavil teníamos una necesidad en el departamento de informática para gestionar documentación interna. Evaluamos esta posibilidad conjuntamente y vimos que Julià podía encargarse perfectamente de esta tarea.

Desde hace dos años, Julià trabaja tres horas al día en Tavil y está muy satisfecho con todo lo que ha logrado. Para nosotros, es un orgullo formar parte de su crecimiento profesional.

En Tavil, creemos que todo el mundo tiene derecho a trabajar y a ser productivo. Seguimos apostando por una sociedad más inclusiva, donde el talento y las capacidades de cada persona encuentren su lugar.